Te pasará a veces, creo que lo he repetido ya hasta la saciedad, que cuando llega la hora de bajar al barro, de entrar en el tatami, de salir a la calle en ese barrio peligroso, de unirte a alguien o algo que merece la pena, de seguir una vía genuina, vas y pides un libro. Entonces haces de periodista en vez de futbolista, sales del tatami para ver técnicas, miras el barrio desde fuera y te alejas de la vía. Hay quien incluso sería capaz de preguntarle al mismísimo Ali para que le recomendara un libro de boxeo. Los libros no te hacen boxeador ni te hacen ganar la NBA. Un entrenador es bastante más útil pero bueno… la confusión conceptual – no conceptual es habitual.
Luego está el psilocibe, o más bien, la psilocibina su compuesto principal, o incluso la psilocina su metabolito en el hígado, o todavía más allá, los receptores de serotonina en el cerebro. Este famoso hongo, otrora droga demonizada por aquellos que prejuzgan todo lo que les es ajeno, es hoy una muy prometedora terapia científica contra numerosos desórdenes mentales. Tela el baño de humildad para algunos… Sí, se trata de esa sustancia que han usado siempre los «chamanes» (término que también forma parte de lo ajeno en muchos).
El caso es que no nos hemos enterado, porque pasa como con el libro. Anda la gente obsesionada con la molécula, un enfoque correcto en ciencia pero no tanto para quienes buscan introspección con la sustancia porque están intentando activar su psique como si ella misma tuviera las respuestas. Ni rastro del guía, ese que te podría decir en tu propia ingesta de psilocibina que atiendas aquí o allá, o que aprendas de un estado que vives pero no te das cuenta.
En la meditación pasa como con el libro y la psilocibina, la tendencia a ser autosuficiente resulta ruidosa. El enfoque hacia la técnica, por ejemplo el Mindfulness, desde el individuo que «ya sabe», es predominante. Luego le dices que los estudios científicos demuestran que el Mindfulness NO reduce el ego según la ciencia NI ayuda a lo prosocial y no lo entienden. Como tampoco entienden que en los colegios en Francia se haya rechazado. ¡Era de esperar! Y no porque sea algo malo, sino por la costumbre de descontextualizar todo…
Y es que en lo de encuentra tus respuestas en el interior se ha sobrevalorado mucho. Incluso para el que está enfrente «ayudándote» le viene bien. No necesita ser sabio, porque las respuestas están en el otro. Si Séneca despertara alucinaría.
Las respuestas en el baloncesto aparecen algunas jugando, en el boxeo peleando, en la psilocibina solo al ladito cariñoso y sincero del chamán, y en la meditación guiado por ese que está en el lugar que sueñas pero desconoces.
Esto es tan solo una vuelta más de sábado al no saber que no sabemos y cómo sospechar de nuestros círculos viciosos. Reflexiona…